Sexo en el coche

El sexo en el coche puede llegar a ser épico. Especialmente si  es con Leonardo Di Caprio a bordo del Titanic. En ese caso, el coche puede ser un sitio muy estimulante. Si no es con Di Caprio en el Titanic , aunque nunca será lo mismo, también puede llegar a ser un experiencia satisfactoria.

Antes de que te metas en el coche con la idea de tener sexo, debes tener en cuenta algunas cuestiones básicas como que el sexo en coche no significa que lo hagas mientras vas conduciendo. Casi es mejor hacerlo con el coche totalmente parado. Preferiblemente en horas de poco tránsito para evitar ser visto y, por el mismo motivo, en un sitio con cierto nivel de intimidad. Es importante que si los asientos son de cuero, coloques una toalla o una camiseta para evitar que tu culo se quede pegado y, con el sudor, produzca sonidos extraños que puede generar situaciones violentas.

Una vez listos, os doy algunas ideas para innovar al mantener sexo en el coche.

Todos los coches vienen equipados con un cinturón de seguridad perfecto para realizar prácticas sadomasoquistas. Abrochen a sus parejas el cinturón de seguridad y dejen volar su imaginación.

Otra buena idea es poner el aire acondicionado y pasar un rato jugando con tu pareja para luego poner la calefacción. El cambio de temperaturas hace que la piel se muestre especialmente sensible. Una vez conseguido el efecto, como aprovecharlo es cosa tuya.

Abrir el techo solar y dejar que tu pareja se ponga de pie sobre el asiento con medio cuerpo fuera mientras le practicas sexo ora desde dentro puede ser muy excitante para ambos.

En el asiento del conductor, mueve el asiento hacia atrás todo lo que puedas y deja que tu pareja se siente de cara a tu regazo. Con ambos mirando por la luna delantera, pide a tu pareja que agarra el volante y lo utilizan para ayudar a agitar su cuerpo hacia atrás y hacia adelante.

Una idea que suele ser bastante excitante es ajustar el ángulo de los espejos retrovisores de forma estratégica para refleje lo que están pasando. Verse reflejado en espejos mientras se realiza el acto sexual puede llegar a ser muy morboso.

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