Sin duda, uno de los momentos más deseados durante un encuentro sexual es el de la penetración. Se trata de un acto simple y a la vez sublime. Un intercambio primitivo y a la vez espiritual que nos funde con nuestra pareja. En el caso del hombre, es una proyección al exterior para entrar en un lugar donde será recibido con amor y pasión. Para su pareja se trata de un acto que implica una gran confianza al entregar su cuerpo para recibirle dentro de ella.
Para lograr una buena penetración, el hombre necesita de la ayuda de su pareja, que le dirá, a través de sus gestos y movimientos, cuando se encuentra preparada. No se trata de algo que el hombre hace solo, sino de un encuentro entre dos cuerpos igual de activos. Por eso, la participación de la mujer aporta una mayor intensidad y placer a la penetración.
Si queremos conseguir que la penetración se convierta en una experiencia aún más placentera, podemos utilizar una serie de movimientos diferentes a los de la penetración “tradicional”.
– Movimientos cortos de entrada y salida de un centímetro. Estos movimientos favorecen la lubricación y tienen la ventaja de que van estimulando poco a poco todas las zonas de la vagina, llegando al máximo placer cuando el pene llega al fondo. El roce suave y constante en el pene también le proporciona al hombre múltiples sensaciones y una experiencia muy placentera. En caso de que el hombre sea el que está arriba, la mujer puede guiarlo sujetándole por las caderas. En el caso de que sea la mujer, es ella la que controla los movimientos.
– Movimientos cortos y laterales. Es muy parecida a la anterior, la diferencia es que los movimientos, mientras se realiza la penetración, son laterales.
– Alternar varias penetraciones superficiales con una más profunda. Muy utilizada en el sexo tántrico. Permite que el hombre controle su excitación y que la sincronice con la de su pareja.
– Realizar movimientos ondulantes, suaves y continuos, como si el pene fuera una serpiente. La mujer puede estarse quieta o realizar pequeños movimientos hacia delante y hacia atrás.
– Con movimientos giratorios del hombre. Se ayudará de la mano para guiar el pene y después realizará una penetración profunda.
– Hacer una penetración lenta, pero continua, a la vez que la mujer hace pequeños y lentos círculos con su pelvis. Es necesario que la mujer tenga bastante flexibilidad para poder hacer esos círculos con su cadera.
– Pequeñas penetraciones cortas, con movimientos horizontales o verticales, para continuar con una penetración más profunda hasta el fondo de la vagina. Después sacar el pene y repetir varias veces.
– Penetración lenta y continua del hombre mientras la mujer realiza pequeños movimientos horizontales o verticales.