Renovar la llama de la pasión es, sin duda, uno de los propósitos de año nuevo que más se han venido repitiendo en los diferentes hogares españoles. Puede que de un poco de miedo pensar en ello pero resulta inevitable, especialmente, si venimos de un periodo de tiempo en el que por todos los lados se escuchaba o leía las palabra amor. Sobre todo, si tenemos es cuenta, como de todos es sabido, que en el 95% de los casos en los que decimos «amor», en realidad, lo que queremos es decir «sexo». El caso es que un 2015 con una pasión renovada no le viene mal a nadie. Ni al que, de verdad está perdiéndola ni al que no está en esta situación. La renovación de la pasión, siempre viene bien.
Debemos tener en cuenta que, por mucho que sea el comienzo de un año nuevo, las metamorfosis inmediatas no suelen darse. Es decir, por el hecho de desear la pasión en el nuevo año, no llegará el día 1, o el día 10 de enero y nos encontraremos con una relación que derroche pasión si antes no la teníamos. Los milagros no ocurren. O por lo menos, no frecuentemente. En realidad, el día 1 de enero, o el día 10, o cualquier otro día del año, lo que tendremos es el reflejo de lo que hemos ido sembrando en nuestra relación. Ni más ni menos.
De tal manera que si tenemos una buena relación personal con nuestra pareja, una sentimiento de amistad e, incluso, amor y, además, en el sexo nos entendemos, lo más fácil es que nuestra renovación de pasión sea completamente inmediata. En realidad, lo único que ha pasado es que la pasión que se genera en la cama es consecuencia de todo lo demás y como todo lo demás conduce a esto, parecerá que hemos conseguido lo que nos proponíamos.
Sin embargo, si las cosas no funcionan en todo lo demás, la pasión se resiente de forma inevitable. Pero ahora que conocemos dónde está el problema podremos actuar. Se trata, precisamente, de arreglar las cosas que no funcionan. De crear un clima de confianza que facilite la convivencia. Se trata de prestar atención a los detalles. Se trata de hacer que el contexto que rodea a la relación sexual actúe com estímulo de la misma. Éste es el secreto y no otro.