A lo largo de la Historia, las representaciones eróticas han tenido mucha presencia en todas las sociedades. Es que la sociedad actual cuenta con un detalle diferenciados: Internet ha sido capaz de hacer llegar el erotismo a cualquier casa del mundo pero, ni mucho menos, estamos ante la época en la que se ha comenzado ha extender esta forma de cultura. Las representaciones eróticas, a lo largo de la Historia, han tenido un protagonismo digno de tener en cuenta en el mundo de la pintura, la escultura, la música y, en general, en cualquier tipo de manifestación artística asociada al ser humano.
Todas las culturas primitivas han utilizado el acto sexual con seres mitológicos. Inevitablemente, cada religión tienen sus propios símbolos en este sentido. Los países asiáticos cuentan con representaciones sexuales dentro de sus propias religiones. También las antiguas civilizaciones griegas y romanas fueron muy prolíficos en la producción de arte de corte erótico. las representaciones eróticas, en contra de lo que podamos llegar a creer, siempre han estado muy relacionadas con las religiones.
Sie echamos la vista lo más atrás posible, podemos llegar a los ejemplos de representaciones eróticas más antiguas que, en la actualidad, se conservan. Las pinturas rupestres del paleolítico, además de escenas de caza, representan, frecuentemente, genitales masculinos. También es habitual encontrar, entre estas primeras manifestaciones artísticas, pinturas de hombres con falos desproporcionados. Sobre el sentido de las pinturas, las explicaciones que le dan los diversos historiadores expertos en este tipo de arte que en el mundo han sido ,son y serán, son muy variadas para detenernos en ellas.
El siglo XVI fue clave en la producción a gran escala de material erótico. La aparición de la imprenta facilitó la reproducción a gran escala de libros, lo que también redundó en la parición de textos con representaciones eróticas variadas. De hecho, en 1524 apareció Modi, El primer libro ilustrado con posturas sexuales, producido por los italianos Pietro Aretino y Marcantonio Raimondi. Por supuesto que su aparición supuso un auténtico escándalo en la sociedad de la época. De hecho, sus creadores fueron encarcelados por el papa Clemente VII. Lo que da una idea de la importancia que tomo el asunto.