Los gordos son mejores en la cama. Por fin está demostrado científicamente. Los hombres que tenemos un poquito de sobrepeso estamos de enhorabuena. Por fin nos llega, por parte de la ciencia, el reconocimiento que, desde hace años, la sociedad estaba demandando para nosotros. Todos lo sospechábamos pero no pudimos demostrarlo nunca, hasta ahora. Efectivamente, los hombres gordos son mejores en la cama. Al menos, duran más tiempo.
Al menos eso es lo que ha determinadla Universidad TC Erciyes de Kayseri, en Turquía. Parece que, cuando mayor sea el índice de masa corporal, mayor es la duración media que mantiene un hombre en sus encuentros sexuales. Vamos, que los oreos son mejores en la cama que aquellos que lucen cuerpecitos delgados y sin un gramo de grasa.
El estudio determina que la duración media de un coito de un hombre gordito suele estar en torno a los 5 minutos más que la duración media de un hombre delgado, sin grasa acumulada y sin sobrepeso. Parece que las reservas de grasa sirven para algo más que para esperar cómodamente la llegada de la próxima glaciación. El estudio, en fin, concluye lo que los que n¡somos un poco gorditos ya sabíamos: los gordos son mejores en la cama.
Las conclusiones del estudio universitario son una buena noticia para el sexo masculino, especialmente para aquellos que se muestran orgullosos de la importante inversión económica que, en cerveza y grasas saturadas principalmente, han venido realizando en los últimos años. Y todo ello con único objetivo, ofrecer a sus amantes femeninas un ratito más de placer que la que proporcionaba aquellos amantes egoístas que no ven más allá de su propia salud y de sus propios musculitos. Los gordos son mejores en la cama y sus esfuerzos durante todo el periodo que va desde la pubertad hasta bien entrados los cuarenta, ahora se ven recompensados.
Para que os hagáis una idea real de la envergadura de la conclusión del proyecto haremos una aplicación práctica a la vida real. Por cada 100 relaciones sexuales, el hombre con barriga pasará en torno a 8 horas más en la cama con su pareja que el delgado musculitos que, probablemente, invierta ese ahorro de tiempo en el gimnasio.