Que la vagina es el túnel de la vida es algo evidente. Que es la máxima expresión del placer en el cuerpo humano, también resulta bastante obvio. Sin embargo, hay cosas que suceden en el interior de una vagina durante el transcurso de una relación sexual que no suelen resultar tan conocidas por la mayoría de la gente. Durante el sexo, pasan cosas. Toda una suerte de sucesos acontecen de forma vertiginosa y apenas reparamos en ellos. En el interior de la vagina, también se experimentan una serie de actividades de las que vamos a comentar algunas circunstancias.
Cuando el cerebro de una mujer detecta que en potencia existe alguna acción sexual, comienza a ponerse en marcha y se dedica a enviar señales diferentes lugares de la anatomía de la mujer, por supuesto, uno de esos liares es la vagina, cuyos vasos sanguíneos empiezan a dilatarse con la intención de potenciar el riego sanguíneo de la misma. Gracias a este incremento de circulación sanguínea local se producen las secreciones vaginales que permiten que se agrande la vulva y que se activen los receptores nerviosos de la zona.
El clítoris comienza a experimentar un endurecimiento de sus tejidos que se hinchan de forma significativa, de forma equivalente a la erección masculina. Tanto es así que el clítoris puede llevar a triplicar su tamaño en este proceso. Una vez llevado a cabo la relación sexual en cuestión, el clítoris se suele tomar un tiempo para volver a su dimensión original. es por ello que, durante un tiempo, resulte trabajoso el hecho de orinar.
En el interior de la vagina, el cuello del útero comienza a ablandarse, haciendo gala de su proverbial elasticidad para, con este curioso proceso de transformación temporal, estar listo para alojar en su interior un pene o, en algunos casos, el juguete sexual elegido por la interesada.
Más del 10% de las mujeres, cuando se suceden las contracciones del orgasmo, son capaces de desalojar un líquido a través de la uretra que resulta conocido como la «eyaculación femenina». Aunque, en ocasiones se confunde con ella, el líquido expulsado no es orina sino que se trata de un compuesto de azúcares naturales y fosfatos ácida prostática, sustancia química que también podemos encontrar en el semen.