A las mujeres les encanta besar. Para ellas, el beso es suficiente. es una meta en sí mismo. Mientras que los chicos tienden a ver los besos como preludio al sexo más caliente, las mujeres no tienen ningún reparo en verlo como un fin en sí mismo. Para ellas, un beso no tiene por qué dar lugar a algo más, no tiene por qué ser el juego previo. Puede ser un independiente, agradable y cariñoso acto en sí mismo. Besar, para ellas, no tiene q¡por qué ser el preludio de nada sino una acción sexual independiente.
Para llegar a besar bien, hay que aceptar la posibilidad real de que la acción de la lengua puede todo lo que reciba en esta sesión. No tiene por qué ser una mera introducción a una práctica sexual más ardiente. Este extremo es imprescindible ya que para concentrarnos debidamente en el beso que estamos dando y recibiendo hemos de olvidarnos de expectativas futuras. Si no lo hacemos pasaremos por él sin darle demasiados importancia. Y eso es justo lo que no queremos.
Una mujer cree detectar un montón de cualidades o defectos con sólo detenerse a analizar la forma de besar de un hombre. Creen tener detectores en los labios que les permiten sacar conclusiones sobre cuestiones más profundas con sólo detenerse en un beso. Lo más curioso y sorprendente de todo es que, en la mayoría de las ocasiones, es cierto. Sobre todo, están convencidas de que el hombre que es capaz de besar de forma correcta funcionará sexualmente a gran altura debajo de las sábanas.
Para besar bien es imprescindible ser capaces de generar tensión sexual. Los besos mecánicos que no han sido capaces de generar esa tensión son acciones que no son capaces de cumplir su auténtico cometido. las caricias en las mejillas, barbilla y pelo son una de las técnicas más conocidas. mirar con nostalgia los ojos de nuestra compañera de besos y examinar su rostro detenidamente son algunas de las cosas que pueden contribuir a generar esa tensión sexual que un buen beso siempre busca.