Los problemas de erección pueden tener solución si no existe una patología grave detrás de ellos. En caso de encontrarse en esta situación lo más recomendable es recibir los consejos de un médico especialista. En cualquier caso, hay una serie de cuestiones que, en los casos de problemas de erección nos pueden ayudar y que es recomendable tener siempre presentes.
Si eres fumador déjalo. Si no puedes tú solo busca ayuda cualificada. Fumar es un gran problema para la salud en general pero, también, para llegar a conseguir una buena erección. Las posibilidades de llegar a sufrir disfunción eréctil guardan relación con el consumo diario de cigarrillos. Los grandes fumadores pueden llegar a contar con más de un 60% de posibilidades de tener problemas de erección. Las sustancias contenidas en el tabaco actúan contra las arterias que recubren el pene y obstaculizan los cuerpos cavernosos de su interior, provocando, de esta manera, un menor flujo sanguíneo y, por lo tanto, una erección de menor calidad hasta que el nivel de sangre que consigue llegar deja de ser suficiente para mantener una erección.
El estrés es otro de los grandes malos hábitos que, además de en la salud general, tienen efecto a la hora de intentar conseguir una erección. Duerme bien, descansa y no te preocupes en exceso por las cosas. No exageres los problemas que tengas. Relativízalos. Elimina el estrés después de cada jornada laboral. Desconecta cuando acabes de trabajar. No acumules tensiones sobre otras tensiones anteriores. El estrés es el peor enemigo de las relaciones sexuales. Los problemas de erección están originados en su mayoría por problemas de estrés.
Haz ejercicio. Cuanto más sanos estén tus arterias y tu corazón mejor tratarán a tu pene. El ejercicio físico moderado permite una mejor oxigenación en la sangre, lo que se traduce en un mejor tránsito sanguíneo a la hora de la erección. Además, el deporte elimina el estrés y hace que nos sintamos mejor con nosotros mismos.
La comunicación con tu pareja es imprescindible para que las erecciones sean de calidad. Habla con ella. Cuéntale tus temores respecto a la erección. Pídele ayuda y esmero para ayudarte a superarlo. Con diálogo y juntos no hay problema que no se pueda superar.