La pornografía rtienen su utilidad. Resulta evidente que se trata de algo útil con el simple hecho de comprobar la demanda existente. Da igual la cantidad de nuevos canales de distrubución que suejan, su presencia tienen cabida en todos y cada uno de ellos. Sin embargo, si se trata de buscar en la pornografía una modelo ideal para desarrollar nuestras relaciones sexuales, estamos ante una base permanente de frustración. Ni las mujeres ni los hombres que nos encontraremos en la calle tendrán nada que ver con los que vemos en las pelóculs porno. Ni en lo relacionado con su aspecto físico ni en lo que tienen que ver con el desarrollo del asunto sexual en sí mismo.
Sin enbargo, no podemos afirmar que la pornografía sea un error. Muy al contrario, el error está en buscar en ella cosas para la que no está diseñada. El cini porno, en realidad, es fantasía, imaginación y, sobre todo, ficción. El sentido de este tipo de industria no lo podemos encontrar en su similutud a la realidad que, como ya sabemos, apenas existe, sino en su capacidad para excitar sexualmente.
Lo que sí es cierto es que el contenido del cine pronográfico, tradicionalmente, ha estado dirigido a los varones, por lo que loes estereotipos de personajes y de acciones llevadas a cabo tienen más que ver con sus gustos que con los de las mujeres. Esa tendencia, sin embargo, parece que ha iniciado ya un cambio. Es cierto que no se trata de un extraordinario cambio en los hñabitos tradicioinaels pero sí, al menos, se ha iniciado un movimiento por el que dirigir el porno, también, a las sensibilidades diferentes del púlbico femenino,
Para determinados nuevos directores de cine porno, los instintos más básicos y primarios ya no son el único mundo a explorar. El mayor referente, hasta la fecha, de este tipo de cine es la directora de cine Erika Lust. Es una sueca afincada en la ciudad de Barcelona y, sin duda, está a la vanguardia de la pornografía para mujeres. Las caricias, la ternura entre los personajes y algún dialogo inteligente son los ingredientes novedosos que combina de forma genial en sus obras.
La pornografía para mujeres de Erika Lust es una exploración completa de la sexualidad desde el punto de vista de una mujer.