El perfume y la atracción sexual se relacionan de una manera muy especial. Todos sabemos que estamos inmersos en una época donde el consumo es fundamental para explicar la vida de la mayoría de las personas. El gusto por los complementos es una tendencia universal. En muchos casos, los complementos que usamos nos diferencian del resto del mundo. En ocasiones, si no fuese por estas pequeñas diferencias, parecería que todos fuéramos iguales. El perfume, destaca entre estos complementos como elemento claramente diferenciador.
Si hay alguien que es consciente de la importancia del perfume en nuestra sociedad, y de forma especial en lo que a la atracción sexual se refiere, sin duda, ese es el mercado. Las grandes firmas de perfumes son claramente sabedoras de la influencia social que puede llegar a suponer un elemento diferenciador como una fragancia y de la atracción sexual que puede llegar a suponer. Tanto es así que basta ver cualquier producto elegido al azar y la presencia sexual que habita su contenido.
Son diferentes los rangos sexuales que los diferentes perfumes tratan de exhibir pero, de forma inequívoca, se demuestran en la promoción en torno a una determinada marca. Así existen determinadas fragancias que eligen una línea mas agresiva y todo el marketing que generan en torno a su producto lleva esa línea vinculada con el sexo más agresivo. En cambio, puede existir otro determinado perfume cuya línea elegida sea, por ejemplo, más sugerente y la línea promocional que acompaña al producto tendrá un contenido sexual mucho más sutil
Lo que resulta común, sin embargo, en la promoción en torno a cualquier perfume, ya sea para hombre o para mujer, eso resulta completamente irrelevante, es que siempre se vende atractivo físico y sexual. La capacidad de seducción de los estándares que muestra la televisión, por poner un ejemplo, resultan altamente sexualizados, si bien es cierto que, tal y como comentábamos en párrafos anteriores, siempre desde diferentes niveles sexuales. La industria continúa y el sexo es siempre un buen lugar al que acudir para relacionarlo con los productos que genera.