Tomar la iniciativa en el sexo, a veces, no resulta sencillo. Por lo general, las relaciones humanas suelen ser bastante complejas. No se limitan, en absoluto, a unas cuantas variables simples. Alcanzar una situación de equilibrio cuando nos vemos involucrados en una relación no resulta fácil. Con las cuestiones relacionadas con el sexo sucede lo mismo. De una forma especial en todo lo relacionado a quién toma la iniciativa sexual en la pareja.
En huchas ocasiones, hay personas que caen en las mismas situaciones que critican de su pareja. Esperan a que los seduzcan y esta situación no llega a producirse. En ocasiones, el que no toma la iniciativa no lo hace por pereza o por desgana sino porque tienen miedo a sentirse rechazados. No se atreven a acercarse, en un sentido sexual del término, por temor a que sus acercamientos no caigan bien. Tienen miedo a equivocarse. Sin embargo, una de las mayores equivocaciones, por supuesto, es no atreverse.
Por norma general, mostrar una actitud activa en materia sexual siempre ofrece unas mayores garantías de satisfacción. Por el contrario, mostrar una actitud pasiva, aquello de acomodarnos a esperar a que nos propongan un encuentro en las condiciones que nosotros consideremos favorables, suele redundar en un elevado nivel de insatisfacción sexual.
No cabe duda de que las relaciones de pareja dependen, en una gran medida, de la disposición sexual que ambos miembros muestren. Esta disposición se suele expresar a través de iniciativas que implican cierto nivel de riesgo. Lo ideal es que, en cualquier tipo de pareja, la iniciativa sexual venga, indistintamente, por una parte u otra. Que cada uno de los miembros de la pareja sea capaz de encontrar la oportunidad de expresar todas sus necesidades y potencialidad en materia sexual. Cuando esto no es así, la relación se complica bastante.
Sin embargo, cuando entre ambas partes de la pareja, son capaces de encontrar una manera en que la sexualidad de cada uno tienen su importancia y su presencia y, además, son capaces de que la iniciativa sea tomada de forma indistinta por uno y otro, las posibilidades de éxito en la relación aumentan de forma exponencial.