Los pezones, como deberíamos conocer a estas alturas, son la unión de los conductos mamarios con el mundo. Se trata de la apertura para salida de la leche que, además, se completa con la areola, parte más oscura alrededor de la abertura. SI bien, en el caso de las mujeres, por supuesto, tienen un innegable atractivo sexual, su funcionalidad está claramente definida en otro sentido. La apariencia de los pezones está relacionada con varios factores con el color de la piel, tamaño de las mamas, tasa de grasa, nivel de exposición al sol, estado emocional, sensación de frío o edad, además de si, por supuesto, la mujer se encuentra en fase de lactancia o no.
Una moda que, con el tiempo, se va haciendo más y más popular es la de realizarse piercings en los pezones. Sin embargo, los médicos han advertido del peligro de perforarse los pezones para colocar piercings. Se trata de un área muy sensible,y esta práctica puede llegar a causar problemas en el futuro, principalmente en la época de la lactancia. Si pese a las recomendaciones médicas, se persiste en la idea de colocarse un piercing en esta parte tan delicada, es necesario asumir unos cuidados muy especiales como , por ejemplo, utilizar pendientes de material bio-compatible, oro, titanio y nunca acero dicho quirúrgico, nunca limpiar con agua y sal como recomiendan algunos, una solución tipo Rinomer o Cetrimide y Chlorhexidine es mucho más aconsejable, además de contar con un tiempo de cicatrización entre 9 y 12 meses. Observando todas estas medidas, el riesgo de temer problemas por habernos realizado un piercing en el pezón será bastante menor.
Desde la concepción y hasta la semana decimocuarta de gestación, todos los fetos mamíferos tienen la misma apariencia, independientemente del sexo. Después de este período, los fetos genéticamente machos pasan a producir hormonas masculinas como la testosterona. Es a partir de ese momento cuando comienzan, entre otras, las diferencias de los pezones. Los pezones de los machos no se desarrollan, sin embargo, algunos pudieran presentar una condición denominada ginecomastia, en la que los tejidos de grasa se forman alrededor de los pezones, dándoles un aspecto similar al pecho femenino.