La adicción al cibersexo, como cualquier adicción, supone un importante problema para quien lo sufre. El cibersexo, en sí mismo, no tiene por qué ser negativo. Ni mucho menos. En definitiva, no se trata más que de la práctica de sexo a través de Internet. Las variedades que se pueden dar son muchas. Desde la participación en chats de contenido sexual hasta la visualización y exibición sexoal a través de cámaras web. El problema de este tipo de prácticas no es su uso. El problema viene cuando empiza a suponer una adicción.
Cuando una persona presenta adicción al cibersexo su comportamiento se vuelve compulsivo. Cuando esto sucede, todas las acciones de esta persona van dirigidas, de forma exclusiva, a dirigirse al objeto que ha causado la adicción. En este caso, al cibersexo. La persona en cuestión no es capaz de controlar sus comportamientos en este sentido. En general, además, se ve incapaz de percibir las consecuencias que este comportamiento le pueden causar.
Algunos de los síntomas que se suelen dar en las personas que presentan adicción al cibersexo son los que enumeramos a continuación:
- No es capaz de dirigir sus pensamientos a una ocupación diferente al cibersexo.
- En el caso de que hubiera intentado prescindir de esta actividad, no hubiera sido capaz de conseguirlo y, de haberlo hecho, habría vuelto a reincidir.
- Trata de mentir al resto del mundo sobre su adicción y, cuando es posible, trata de esconderla.
- Espera con ansiedad desproporcionada que llegue el momento del día en que le resulte posible conectarse para poner en marcha esta práctica.
- Conectarse a Internet con frecuencia y en periodos cada vez más largos.
- Utilizar esta actividad como refugio para redimir cualquier tipo de frustración ajena a esta actividad.
- Gastar una cantidad de dinero excesiva en poner en marcha este tipo de actividades sexuales.
De forma inevitable, el trabajo y la relación familiar teminan por verse afectados cuando se sufre este problema. De hecho, lo más habitual es que se terminen por perder momentos importantes de la vida, ya sea con amigos o con familiares, solo por poder dedicarle más tiempo al cibersexo.