La disfunción sexual femenina también existe. Algunas personas aún creen que el sexo tiende a ser una experiencia física para los hombres y más una experiencia mental o emocional para las mujeres. Como resultado, cuando las mujeres experimentan problemas con el sexo, se les acostumbra preguntar sobre su estado mental. Sin embargo, la verdad es que el sexo es una experiencia física tanto para las mujeres como para los hombres. Por lo tanto, las razones detrás de la disfunción sexual femenina pueden atribuirse a los problemas físicos tanto como los problemas psicológicos.
Aproximadamente 4 de cada 10 mujeres experimentarán una idsfunción sexual femenina en algún momento de su vida. La buena noticia es que una vez que se diagnostica la causa, el problema suele remediarse fácilmente. En realidad es algo que puede ocurrir a cualquier edad. Sin embargo, a menudo se presenta en momentos en que las hormonas del cuerpo están alteradas. Por ejemplo, durante el embarazo o la menopausia. Los problemas sexuales también pueden darse junto con las principales enfermedades.
Algunos de los síntomas que puede tener una mujer con disfunción sexual son los siguientes:
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- Deseo bajo o ausente de tener relaciones sexuales (libido bajo o nulo)
- Problemas para mantener la excitación durante la actividad sexual, o falta de excitación a pesar del deseo de tener relaciones sexuales
- Incapacidad o dificultad para experimentar el orgasmo
- Dolor durante el contacto sexual
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Una serie de causas pueden contribuir a la disfunción sexual femenina. Algunos de ellos están interrelacionados y pueden unir fuerzas para desencadenar este desenlace. Muchas condiciones físicas diferentes pueden contribuir a llegar a este extremo. Incluyendo artritis, diabetes, dificultades urinarias o intestinales, cirugía pélvica, fatiga, dolores de cabeza o trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson.
La disfunción sexual femenina a menudo está vinculada a fluctuaciones hormonales. Algunas tales como la disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia o los innumerables cambios hormonales que su cuerpo experimenta durante el embarazo. Por supuesto, en el caso de que se detecten algunos de estos síntomas, resulta imprescindible acudir cuanto antes a un profesional médico competente y especializado en medicina sexual.