¿Hay algunas posiciones sexuales en las que te encuentras volviendo una y otra vez? Todos, definitivamente, tenemos nuestras posiciones sexuales favoritas. Es frecuente que nos preocupemos porque pudiéramos quedarnos atrapados en la rutina. Sin embargo, no tienen por qué ser así. Es normal que todos tengamos unas posiciones sexuales favoritas y que las disfrutemos más que otras. No hay ningún probema en ello.Después de un viaje sensual por el camino de la memoria que involucra mucha experimentación compartir nuestras posiciones sexuales favoritas es una posibilidad.
Algo que tenemos que tener siempre en cuenta es que no somos contorsionistas, acróbatas o gimnastas. Solo somos personas comunes. En realidad, muchas de nuestras posiciones sexuales favoritas deben ser factibles para cualquiera.
El estilo perrito es una de las más practicada. Para muchos es la posición sexual favorita. Es posible hacerlo de una manera simple, disfrutando de la sensación de follar en bruto. SIrve para un encuentro habitual o como un desahogo rapidito. Lo que realmente me encanta de la posición sexual al estilo perrito es que tiene mucho potencial. Sin ninguna duda.
Se puede empujar la cara de nuestra pareja contra la almohada. Es posible sostenerle por el cuello. También arrastrar la cabeza hacia arriba por el cabello. Alcanzar por debajo jugar con los senos. Además, por supuesto de poder acceder fácilmente al clítoris. También se tiene la libertad de agregar un vibrador para un estímulo adicional del clítoris. No es la única opción. por supuesto.
El sexo en la posición de la cucharita es otra de las posiciones sexuales más amorosas y románticas. Tendemos a progresar a esta posición desde un abrazo nocturno o un abrazo de recién despertados por la mañana. Un movimiento de las caderas de ella contra su erección y ya se sabe que todo está preparado para un momento de sexo. Es una forma realmente cómoda de tener sexo. Sin ningún género de dudas.
Ella es libre de agacharse y estimular el clítoris mientras él la penetra. O sumergir los dedos dentro mientras él también está allí. O simplemente, dejarse llevar del momento. Tampoco parece una mala opción. ¿No te parece así?