Pues ya estamos de vuelta a la vida normal. Se acabaron los simulacros de felicidad impostada. Al menos en algunos casos. En otros, se acabó el disfrute real de las navidades. La realidad es esa. Para algunas personas la navidad es uno de los periodos más celebrados del año y , para otras, en cambio, se tratan de unos días nada ilusionantes. El caso es que, para unos y para otros, estos días han tocado a su fin y ya estamos de vuelta a la vida normal.
Al margen del destrozo emocional que las navidades suelen hacer con nosotros, para unos de forma más positiva y para otros desde un punto de vista más negativo, la principal rémora que debemos arrastrar durante los próximos meses por culpa de estas fiestas tiene que ver con los excesos. La vuelta a la vida normal, precisamente, en este caso supone el final de los excesos.
La vuelta a la vida normal, en principio, debería ser, sobre todo la vuelta a unos hábitos de consumo moderados. A todos los niveles. La cantidad de compras realizadas durante estas semanas supera, en muchos casos, las realizadas en todo el resto del año. Con el consumo de platos exhuberantes y de bebidas en exceso suele suceder lo mismo. Sin embargo, a pesar que se trata de una época de excesos, en materia sexual, por norma general, la cantidad de encuentros sexuales disminuyo respecto a otras semanas normales del año.
La vuelta a la vida normal, pues, debería suponer que, por un lado, comiésemos y bebiésemos menos y, por otro lado, follásemos más. Y, si es posible, mejor. Además, de esta manera, el ejercicio que proporcionan las relaciones sexuales ayudaría a recuperar el peso que teníamos antes de estas fiestas que, sin duda, en la mayoría de los casos, se ha disparado.
En algunos casos, es necesario tomarnos unos días de reposo antes de comenzar con nuestras rutinas de nuevo y con un plan de choque para que nuestro cuerpo se recupere. Es recomendable hacerlo. Después de dos o tres días, debemos imponernos unas rutinas de ejercicio físico para conseguir el éxito en nuestra vuelta a la vida normal.