El sexo oral con brackets puede llegar a ser una situación realmente comprometida. Algunas veces, las personas que llevan este corrector dental se preguntan si para mantener sexo oral es preciso quitárselos, como puede serlo para comer o para lavarse los dientes. Por supuesto, esta duda no es patrimonio de las personas que lo usan. En realidad, lo es más de sus parejas. Sin duda, ellos y ellas pueden ser los más afectados si algo sale mal en el sexo oral con brackets.
Lo primero que debemos tener claro es que el sexo oral con brackets puede ser un problema. Es evidente que este tipo de corrector dental está diseñado con un buen número de materiales metálicos. Sin duda, se trata de una importante amenaza para la piel. Especialmente, si se acercan a zonas especialmente sensibles como es el caso.
Por si esta ameza no fuese motivo suficiente para persuadir de no practicar sexo oral con brackets, otro de los inconvenientes es la acumulación de suciedad invisible que, a menudo, se da entre los metales que conforman este aparato. Cuando esto sucede, está claro que puede llegar a provocar un mal olor que puede hacer huir de cualquier contacto físico al más pintado.
La falta de higiene inherente al uso de brackets no solo conlleva el problema descrito anteriormente. También puede ser una fuente de contagio de ETS. Por ejejmplo, las variedades 16 y 18 del virus del papiloma humano se encuentran en las regiones genitales. El aparato dental punede hacer que las bacterias peligrosas se acumulen en él. Este lugar es especialmente peligroso. No limpiar los brackets adecuadamente cuando esto sucede puede multiplicar los riesgos de contagio.
Por lo tanto, el uso de brackets requiere extremar la higiene y la limpieza. Tanto de la boca como del aparato. De esto no cabe ninguna duda. Se trata de algo que todos debemos tener en cuenta. Aun en el caso de observarse la escrupulosa limpieza a la que hacemos referencia, hemos de insistir en la no recomendación de practicar sexo oral portando este elemento. Los riegos de provocar un corte y/o contagiar una infección son tantos que, en absoluto, resulta recomendable hacerlo.