La prostitución se vive de forma muy diferente dependiendo del lugar del mundo en la que nos toque vivir. Eso es un hecho. En algunos países, como en el nuestro, no existe regulación alguna acerca de esta actividad. Es como si por el hecho de no hablar de ella no existiese. Muy al contrario, aunque no se hable oficialmente de la prostitución, existe. El problema es que, cuando no se regula una actividad, las mafias aparecen. Además, el nivel de protección de los y las profesionales del sexo es mayor. Todo eso por no hablar de lo dañina que puede resultar paras las arcas del Estado una actividad que, al no estar regulada, se basa en la economía sumergida.
Sin embargo, no es así como funciona la prostitución en todas las partes del mundo. Por ejemplo, en Australia sí que existen regulaciones para esta actividad. Tanto es así que tienen personal contratado exclusivamente para acreditar el estado de esta actividad in situ.
Efectivamente, nuestras antípodas, en todos los sentidos, tienen un cuerpo que trabaja para controlar los diferentes aspectos de la prostitución. un grupo de personas frecuenta los servicios de las profesionales de este sector con el fin de determinar, de primera mano, en qué estado ejercen su profesión. Prestan una especial atención a determinar si las condiciones de trabajo que soportan son aceptables o, por el contrario, soportan situaciones de explotación.
El perfil de personal que se dedica a esta actividad resulta ser varon, soltero y con disponibilidad para mantener relaciones sexuales con prostitutas. De forma anónima realizan muestras de mercado a partir de las cuales determinan, periódicamente, cuál es la situación general del país respecto a la prostitución en general y, particularmente, respecto a algún caso concreto. En el punto de mira, desde luego, está la prevención en lo que la trata de mujeres se refiere.
Evidentemente, no se trata de un empleo convencional. Ni mucho menos. Sin embargo, los resultados respecto al conocimiento de la situación de la prostitución en Australia parece que son lo suficientemente clarificadores como para que otros países se hayan planteado la implantación de medidas similares.