La odaxelagnia está considerada una parafilia. Por lo tanto, se trata de una práctica sexual que genera placer al margen de la relación sexual en sí misma. Como en otras parafilias, no es el contenido del encuentro sexual, propiamente dicho, el que genera el placer. En realidad, el placer viene de esta actividad al margen del mismo. odaxelagnia, pues, es la parafilia que consiste en la experimentación del placer sexual a morder o ser mordido.
Este tipo de parafilia es considerada una forma muy leve de BDSM. Probablemente, no la conocieses. Al menos con este nombre. En realidad, el placer sexual se produce al propiciar un mordisco a la pareja sexual o al ser mordido por ella. Sin emabago, no es necesario, ni frecuente, que el mordisco cause un gran dolor. Con dosis minúsculas de dolor suele ser suficiente.
La odaxelagnia es una de las parafilias que se dan con mayor frecuencia. El célcebre investigador estadounidense Alfred Charles Kinsey desarrolló, en su momento, un estudio sobre esta parafilia. La mitad de los participantes en el estudio sienten placer sexual al morder o ser mordidos. Curioso dato.
Las personas que disfrutan con la odaxelagnia sostienen que el hecho de ser mordidos o de morder a su pareja durante la relación sexual les hace experimentar una importante mezcla de emociones. Sin lugar a dudas, si unimos estas emociones a la exitación del momento, parece lógico que esta experiencia pueda convertirse en algo completamente único.
No cabe duda, en esta práctica tampoco, de que la higiene requerida es algo absolutamente fundamental para que todo transcurra sin problemas. En todas las prácticas sexuales debe ser así, por supuesto, también en esta. En el caso de que, por accidente, se llegase a producir algún tipo de herida, por pequeña que esta fuera, se ha de lavar con celeridad, para que no se produzcan acumulaciones de la bacterias de la saliva.
Nunca has de olvidar que el objetivo fundamental del sexo es disfrutar y pasarlo bien, además de hacer disfrutar y de pasarlo bien a nuestra pareja sexual. Si en algún momento, como consecuencia de la práctica de esta o de cualquier otra parafilia dejas de sentirte cómoda o cómodo, has de hacerselo saber a tu pareja para detener la situación. Está bien experimentar pero, simpre, desde el respeto.