El sexo telemático es una opción muy utilizada durante el encierro. Evidentemente, pocas cosas podemos encontrar en la vida similares en placer al encuentro sexual real con otra persona. O con varias, pero eso es otra historia que será contada en otro momento. El caso es que la afectividad que se puede vivir en un encuntro sexual en el que tocamos y nos tocan la piel no tiene nada que ver con casi ninguna otra experiencia en la vida. Sin embargo, algunas circunstancias nos obligan a buscar alternativas. Y la que estamos viviendo como consecuencia de la pandemia que sufrimos y el encierro por ella motivada es una de ellas. SIn duda, el sexo telemático es de las mejores.
Las tecnologías en materia de telecomunicaciones han avanzado de manera espectacular en los últimos años. Eso nos está haciendo la vida tremendamente más facil durante este confinamiento. En todos los sentidos. Nos permiten, en muchos casos, teletrabajar. Por otro lado, nos permiten hacer la compra de aquellos bienes básicos de consumo sin movernos de nuestra casa. Pero no solo, también nos permiten el contacto visual con nuestros seres queridos aunque estén lejos. Y, por supuesto, nos permiten estar informados por varias fuentes de la realidad que estamos viviendo. Y también nos permiten explorar las posibilidades del sexo telemático como alternativa cuando el sexo tradicional no es una opción.
Algunos países han llegado a publicar guías de actuaciones durante el confinamiento provocado por la pandemia mundial que estamos sufriendo. en algunas de ellas se recomienda el sexo telemático para mantener relaciones sexuales a distancia. Desde el intercambio de imágenes o vídeos hasta el uso de videoconferencias para intercambios sexuales. Se trata de explotar al máximo las posibilidades que las tecnologías nos prestan para situaciones como estas.
Aprovechar este aislamiento social para investigar nuestro cuerpo en profundidad es una buena opción. Las ayudas que en este sentido nos ofrecen las comunicaciones a nivel tecnológico son inmensas. En ninguna otra época en la Historia de la humanidad hubiésemos sido capaces de tener a nuestro alcance un nivel de comunicación con el mundo como el que disfrutamos hoy día. Un encierro con la posibilidad del sexo telemático a nuestro alcance es menos encierro.