El fetiche de la castidad es un tema BDSM que está muy de moda. Mucho se ha escrito mucho sobre la castidad masculina. Existen numerosas guías de dispositivos diseñados para este fin y reseñas de complementos como lasjaulas de castidad. Pero ¿Qué hay de las mujeres? ¿Existe la castidad femenina? ¿Y cómo pueden las mujeres disfrutar de la negación del orgasmo? Hablaremos hoy del fetiche de la castidad femenina.
Cuando hablamos de este fetiche, efectivamente, estamos hablando de una manera vulval, vaginal y clitoriana. Apra simplificar, en este artóculo nos referiremos a estos aspectos como «castidad femenina». Utilizaremos también la expresión «negación del orgasmo para las mujeres», pero somos conscientes de que no todas las personas con vulva, clítoris y vagina se identifican como mujeres.
Lamentablemente, el etiquetado de género sigue siendo la mejor manera de acceder a a información de este tipo en Internet. De la misma manera sucede con la expresión «castidad masculina», que todavía se relaciona exclusivamente con la castidad del pene. Volvamos pues al asunto.
Castidad para las mujeres: ¿cuál es el atractivo? Vayamos a ello.
Si una mujer disfruta de orgasmos regulares, ya sea a través del sexo compartido, la masturbación o ambos, es posible que esté luchando por comprender el atractivo de esta actividad sexual. Hay algo bastante excelente en ser una mujer que puede correrse y alcanzar un orgasmo en cualquier momento que quiera. Entonces, ¿por qué, como mujer con dedos ágiles, juguetes sexuales efectivos, una amante atenta, tal vez todo lo anterior, querría probar la castidad femenina?
Este fetiche tiene un atractivo duradero para muchas personas, debido al potencial de un control incomparable sobre lo que a menudo es un enfoque central en la vida sexual de una persona. Existe la emoción perversa de negarse ese pico de placer por un tiempo, o entregar el control de esos orgasmos a otra persona para que puedan negar u otorgar a su antojo.
La negación del orgasmo se disfruta para forjar un vínculo más fuerte entre el dominante y el sumiso. Estamos ante una práctica sexual que, sin al menor género de dudas, están poniendo de modas un buen número de juguetes sexuales para mujeres que pueden ser controlados por aplicaciones que se manejan a través del movil.