Comencemos de manera simple, ¿qué queremos decir cuando hablamos de tocar a una mujer? Esencialmente, es el uso de sus manos y dedos para brindar placer a través de la estimulación de la vagina.
Si eres nuevo en la estimulación manual, se te perdonará pensar que esto se refiere a la penetración de la abertura vaginal sola. Sin embargo, hay mucho más que eso. Ya sea que se trate de la estimulación del clítoris o la exploración de los labios, lo que hagas con tus manos puede tener un efecto masivo en lo satisfecha que esté al final de la noche.
Y no, la digitación no termina cuando se detiene el juego previo. Despliega un dedo descarado sobre el clítoris durante el sexo penetrante y es posible que hayas duplicado el placer que estaba recibiendo.
Cada mujer es diferente, cada vagina es diferente. Simplemente ser abierto y honesto con su pareja puede ser la ruta más rápida para dominar el arte de las manos.
Si ambos os sentís realmente valientes, ¿por qué no discutir la posibilidad de que ella se masturbe en tu presencia? De esta manera, puedes observar fácilmente cómo debe hacerse. Si ambos os sentís cómodos con esto, ¿por qué no intentas poner tu mano sobre la de ella para sentir qué dedo usa, dónde lo usa y cómo de rápido se mueve?
Puede ser que tu encuentro sexual sea con una nueva pareja o tal vez sea una aventura de una noche. Si este es el caso, probablemente no te sientas cómodo pidiéndoles que se masturbe delante de ti.
Si te estás comenzando con una nueva pareja sexual, asegúrate de ponerla de humor primero. Antes de siquiera considerar usar tus manos para penetrarlas, debes besarla y acariciar su cuerpo. Presta atención a sus otras zonas erógenas para asegurarte de que cuando hagas tu movimiento, ella esté completamente preparada.
Una vez que estés seguro de que está lista, comienza con unos suaves movimientos y exploración de toda el área vaginal, prestando especial atención a las pistas visuales y auditivas de lo que está disfrutando y lo que no.