La receptividad de respuesta es una característica masculina. Algunos hombres tienen orgasmos con poca frecuencia. La función del orgasmo masculino es desencadenar la eyaculación de esperma. Cuando un hombre tiene un orgasmo, siempre eyacula. Un hombre puede disfrutar de ambos como fenómenos separados. La eyaculación es física y el orgasmo es psicológico. El orgasmo masculino recompensa a un hombre por eyacular y potencialmente embarazar a una mujer.
La capacidad de respuesta debe ser un gen recesivo en las mujeres porque ocurre muy raramente. Mientras que la receptividad sexual en la respuesta es presumiblemente un gen dominante para los hombres. No hay justificación para el orgasmo femenino. La capacidad reproductiva de una mujer depende del proceso automático de ovulación. El orgasmo masculino tampoco está directamente relacionado con la reproducción, pero la eyaculación es necesaria para la reproducción.
Las investigaciones indican que cuando los hombres están aislados, la mayoría de los hombres experimentan poca excitación. Entonces, la capacidad de respuesta y la receptividad se divide en dos fenómenos distintos. En primer lugar, está la capacidad biológica que tiene un individuo. Luego están las oportunidades que tenemos. Si un hombre carece de pareja o no tiene acceso a los estímulos eróticos que lo excitan, es posible que no responda en absoluto.
Siempre que un hombre pueda tener una erección, la mujer solo necesita estar dispuesta a tener relaciones sexuales. Los hombres saben instintivamente que tienen una mayor necesidad sexual. Es por eso que los hombres persiguen y salen con mujeres. Un hombre tiene que impresionar a una mujer antes de que ella acceda a tener sexo con él. Entonces el sexo se siente como una conquista masculina. El ego masculino surge de la idea de que una mujer ha elegido a un hombre debido a su destreza sexual. De hecho, una mujer suele elegir a un hombre por motivos sociales.