La importancia de la sensualidad en la pareja (parte 1)

Sensualidad

La sensualidad es una parte fundamental de las relaciones. Puede ayudarte a sentirte más cerca de tu pareja e inspirar intimidad entre vosotros. Sin embargo, a menudo se malinterpreta la sensualidad como algo que sólo ocurre cuando hay sexo o cuando un miembro de la pareja «se aprovecha» del otro. En realidad, la sensualidad no tiene nada que ver con el sexo per se: se trata de conectar con tu pareja a nivel emocional, y por eso es tan importante.

La sensualidad es algo importante para las parejas. No se trata sólo de ser sexual, sino también de crear una relación en la que te sientas seguro y cómodo, de modo que puedas ser tú mismo con el otro sin preocuparte por la cantidad de sexo o afecto que os dais.

Cuando estás con alguien que no entiende lo que significa «sensualidad», puede pensar que significa tener relaciones sexuales todos los días y ser muy cariñoso todo el tiempo, ¡pero eso no es lo que significa la sensualidad en absoluto! La sensualidad no tiene nada que ver con el sexo; en realidad es algo más profundo que eso (de lo que hablaremos más adelante).

La sensualidad es algo que todo el mundo puede aprender y disfrutar. No importa si eres joven o viejo, delgado u obeso, atractivo o poco atractivo. La sensualidad consiste en estar en contacto contigo mismo y con tu pareja. Ser sensible a las necesidades y deseos del otro para que ambos podáis obtener lo que queréis del sexoLa sensualidad consiste en hacer que tu pareja se sienta especial, como si fuera la única persona del mundo. Se trata de asegurarse de que ambos sois felices el uno con el otro y de que no falta nada en vuestra relación.

Como pareja, hay que aprender a disfrutar de la vida de pareja. Se puede aprender y enseñar, practicar y volver a practicar. Cuanto más lo hagáis juntos, mejor se os dará.

La sensualidad es algo con lo que muchas parejas luchan porque no saben cómo o por dónde empezar. Puede que se avergüencen de sus cuerpos o que no sepan cómo hacerlo en áreas concretas, como los preliminares o el cunnilingus (estimulación oral). Pero esto tiene solución.

La sensibilidad no significa ser un felpudo o un pusilánime. La sensibilidad consiste en ser capaz de ser vulnerable y abierto con otra persona, sin dejar de mantener tu propia identidad.

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