La importancia de la confianza en las relaciones es algo fundamental. Cuando confías en tu pareja, te sientes seguro de que estará a tu lado y cuidará de tus sentimientos. Esta confianza permite a las personas ser vulnerables en sus relaciones, lo cual es esencial para todo tipo de cercanía e intimidad. Sin confianza, es difícil tener una fuerte conexión emocional con otra persona o saber que estará a tu lado cuando los tiempos se pongan difíciles. Confiar en alguien implica algo más que creer que no te hará daño ni te traicionará intencionadamente: también significa confiar en esa persona cuando dice que va a hacer algo y cumplir su palabra.
La confianza es importante para sentirse seguro en una relación. La confianza proporciona una sensación de seguridad que te permite ser tú mismo, compartir tus sentimientos con tu pareja y ser vulnerable con ella.
Puedes confiar en que tu pareja te respetará y querrá lo mejor para ti, aunque no siempre entienda cómo te sientes. Si hay dudas sobre si otra persona te querrá o se preocupará por ti, pueden producirse días llenos de ansiedad en los que parece que todo gira en torno a su felicidad, ¡pero no a la tuya! Esto crea un desequilibrio en la relación que conduce al resentimiento por ambas partes.
Cuanta más confianza tengamos en nuestras relaciones, más posibilidades de éxito tendrán, porque es más probable que salgamos a la calle siendo nosotros mismos en lugar de intentar convencer a los demás de que somos otra persona sólo para gustarles o, lo que es peor, para que nos quieran algún día, algún día, ojalá sea pronto, antes de que se acabe el tiempo. Cuando hay confianza en una relación, hay una mayor apertura y comprensión entre las personas.
Cuando una persona confía en otra, también significa que cree que esa persona no le hará daño intencionadamente ni le defraudará. Por ejemplo, si confías en tu pareja, sabes que nunca te engañaría ni heriría intencionadamente tus sentimientos diciendo algo malo sobre tu aspecto o personalidad (aunque a veces la gente hace cosas que hieren a los demás sin querer).