Vivir una sexualidad sana (Parte 1)

Vivir una sexualidad sana es fundamental. Puede que pienses que la sexualidad consiste sólo en tener relaciones sexuales, pero es mucho más que eso. La sexualidad es una parte esencial de lo que somos como seres humanos y de cómo nos relacionamos con los demás. También es una parte importante de nuestra salud en general, por lo que cuidar de tu salud sexual puede ayudarte a mejorar tu salud física y tu bienestar mental.

No es raro que la gente evite hablar de sexualidad sana. Esto suele deberse al miedo a oír algo que no quieren oír. Hablar de sexualidad puede ser un reto, pero es importante hacerlo para aprender más sobre uno mismo y sobre los demás. La mejor manera de hacerlo es buscar fuentes de información fiables en Internet o en bibliotecas. También puedes hablar con tu pareja o tus amigos, que pueden aportarte información útil sobre cuestiones de salud sexual, así como sobre sus propias experiencias con la sexualidad.

Si te sientes confuso, inseguro o insegura sobre tu sexualidad, busca ayuda de un adulto de confianza. Si te sientes confuso sobre tu orientación sexual, busca ayuda de un profesional de la salud mental.

Respeta tus límites y los de tu pareja. Es importante respetar tanto tus propios límites como los de los demás. Está bien decir que no o pedir lo que quieres, así como cambiar de opinión en cualquier momento. Si alguien te presiona de un modo que te dificulta decir sí o no, hay otras formas de que comunique sus deseos sin presionar a nadie a nada. Esto se aplica cuando se trata de sexo y de cualquier otra actividad relacionada con la sexualidad.

Utiliza protección cuando sea necesario. Es fundamental utilizar protección cuando no se tiene una relación monógama. Hay muchas ETS, y pueden transmitirse a través del contacto piel con piel, fluidos corporales y/o secreciones corporales como la saliva o el semen. Las formas de protección más comunes hoy en día son los preservativos, los protectores dentales (para el sexo oral) y los guantes (para el juego de manos). Utilizar estas herramientas te ayudará a mantener tus encuentros sexuales seguros y saludables.

No hay nada malo en querer tener varias parejas, pero es importante ser consciente de los riesgos que conlleva mantener relaciones sexuales sin protección antes de pasar al acto en sí.

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