
¿El punto G existe? Que yo lleve años intentando buscarlo sin éxito no parece que sea evidencia suficiente para asegurar su no existencia. Este debate se ha mantenido durante siglos entre los expertos. Mientras unos creen rotundamente en la existencia del punto G, otra parte de la comunidad científica continúa negándola con vehemencia. Es posible que no puedan llegar a creer en algo que nos son capaces de ver en un microscopio.
El Doctor Beverly Whipple se pasó largos años escuchando a sus pacientes sobre las cosas que ellas sentían. Aunque la ciencia no encontraba evidencias de la existencia del Punto G, las pacientes del doctor sí. Quizá no empíricas, quizá no visibles a través de un microscopio pero, sin embargo, tan reales como las sensaciones. Ante la suma de experiencias relatadas de forma apasionada se lanzó a validar aquellas sensaciones reales que experimentaban sus pacientes. Se lanzó en busca del punto G.