¿Gemir o no gemir? Esa sigue siendo la cuestión para muchas personas todavía. Ya sean mujeres u hombres, el hecho de denotar de esta manera la pasión en medio de in encuentro sexual supone una gran controversia interna en muchas personas. Y esto no ha escapado a alunas de las más prestigiosas universidades que en mundo existen, ya que, algunas de ellas, se han encargado de realizar estudios al respecto de los gemidos en la cópula.
Categoría: Erotismo
El arte de insinuar pero no mostrar explícitamente, es el erotismo, que incentiva la imaginación y la pervierte de una manera sugerente y dulce estimulando todos nuestros sentidos.
¿Por qué siempre buscamos más sexo?
¿Por qué siempre buscamos más sexo? no importa que seamos hombres o mujeres, no importa que nuestras necesidades en este sentido estén cubiertas. Lo cierto es que nuestras necesidades de sexo parece que siempre necesitan de más. Las expectativas de cualquier personas, independientemente de su sexo o su estado civil y/o sentimental, cuando sale de fiesta una noche son realmente similares. Aunque nuestras necesidades en materia sexual sean diferentes, las expectativas en este sentido suelen ser similares. Siempre buscamos más sexo.
¿Las mujeres hetero son bisexuales?
¿Las mujeres hetero son bisexuales en realidad? Todos nos hemos hecho esta pregunta. Todo hemos supuesto siempre que la atracción sexual por las mujeres puede darse también desde un cuerpo de mujer con su heterosexualidad perfectamente definida. Muchas mujeres confiesan que tienen auténticas fantasías sexuales con otras mujeres, a pesar de considerarse completamente heterosexuales La narración de este tipo de fantasías, por cierto, son absolutamente excitantes, en especial para los hombres. Entonces, ¿qué podemos decir sobre esta cuestión? ¿Las mujeres hetero son bisexuales realmente, o sólo es producto de nuestra advenediza imaginación?
Sexo con extraños
El sexo con extraños es uno de lo fetiches preferidos por un buen número de personas. Cuando, ya sea por razones laborales, de ocio o por el motivo que sea, se viaja con relativa frecuencia, parece que estamos más cerca de acercarnos a esta modalidad de encuentro sexual. Las nuevas tecnologías en general e Internet en particulares nos facilitan muchísimo esta posibilidad. Estamos apenas a unos cuantos clics de, sea cual sea nuestro destino, encontrar personas que buscan lo mismo que nosotros. Cuando se trata de llevarse un subidón de adrenalina, no hay nada como el sexo con extraños.
Calentar a un hombre
Calentar a un hombre, en ocasiones, no es tarea tan fácil. Las obligaciones familiares, sociales, laborales y de otra índole, puede hacer que la predisposición para el sexo no sea la mejor en según qué ocasiones. El tipo de vida urbanita que, por norma general, se suele llevar en el siglo XXI no favorece, en absoluto, la relajación y la tranquilidad, cosas que son imprescindibles para poder mantener un sexo de calidad. Así que hoy, vamos a hacer un pequeño recorrido por aquellas cosas que una mujer puede hacer para calentar a un hombre, sexualmente hablando, y hacerle entrar en materia.
Activar las zonas erógenas
Las zonas erógenas, como todos deberíamos saber a estas alturas, son absolutamente fundamentales para practicar un sexo saludable y placentero. Ponerlas en marcha, en definitiva, activarlas para que aporten su parte a la experiencia sexual del individuo resulta algo completamente imprescindible. Las zonas erógenas no sólo son las más relacionadas con nuestro aparato sexual, tanto masculino como femenino, sino que podemos encontrar un buen número de zonas con esa sensibilidad especial y que, en ningún caso, están en zonas cercanas al glande o la vulva.
La promiscuidad sexual
La promiscuidad sexual, en contra de lo que podamos pensar, ha estado presente a lo largo de la Historia desde tiempos inmemoriales. No hay más que darse una vuelta por los libros de historia para comprobar la presencia que tenía en la época romana. Nombres tan destacados como Calógula, Tiberio o Mesalina, además del lugar que les ha reservado la Historia, también deben tener un lugar destacado en lo que a las pasiones y la promiscuidad sexual se refiere. También otras civilizaciones antiguas como pueden ser la egipcia o la griega destacan ampliamente por la presencia del sexo promiscuo en sus hábitos sociales rutinarios.