Resulta común que la gente se pregunte si la obesidad resulta un problema a la hora de mantener relaciones sexuales. Es cierto que un buen número de obesos no tengan ningún tipo de problema a la hora de mantener una relación sexual pero, en realidad, lo que resulta más habitual es que la obesidad suponga un problema que ataca desde dos frentes muy claramente diferenciados como pueden ser la salud y la estética.
Categoría: Salud
Consejos para conseguir el bienestar físico, mental y social.
Los andrógenos en las mujeres
A pesar de que los andrógenos son unas hormonas masculinas, también resultan imprescindibles para el desarrollo de la sexualidad de las mujeres. Todas las mujeres cuentan con varias hormonas masculinas. De todas ellas, las que mayor presencia tienen y, por tanto, son las más importantes son la testosterona y los andrógenos.
Los tacones mejoran el sexo
Todos hemos oído hablar alguna vez sobre los aspectos positivos de los tacones a la hora de corregir la postura y, de esta manera, no perjudicar a la columna vertebral. También se habla mucho del beneficio que suponen para la tonificación de la musculatura. Por supuesto, por no hablar del característico contoneo que da a las caderas un toque especialmente sexual al caminar. Parece que son muchas las ventajas de llevar tacones.
Las erecciones nocturnas en los varones
El asunto de las erecciones nocturnas es completamente normal y habitual entre los hombres sanos entre los 3 y los 80 años. Concretamente, durante la fase REM del sueño, cualquier hombre llega a tener entre 3 y 5. A las erecciones nocturnas, en ámbitos clínicos las denominan «tumescencia penal nocturna». En realidad lo que indican este tipo de erecciones es que nuestros niveles de testosterona son buenos y que nuestra salud reproductiva es óptima.
El orgasmo permanente
Tener un orgasmo permanentemente puede que, en principio, pueda parecer un buen plan. Sin embargo, las mujeres que padecen este tipo de problema no suelen estar de acuerdo. La realidad es bastante diferente. Existen mueres que, sin ningún tipo de excitación sexual previa, sin ningún tipo de estímulo, alcanzan un orgasmo que, contra su voluntad, no desaparece. A este problema se le conoce con el nombre de «síndrome de la excitación sexual persistente» o, también, «trastorno de la excitación genital persistente». También suele verse nombrado por sus acrónimos PSA ó TEGP. A día de hoy, más de un millar de mujeres en todo el mundo han sido diagnosticadas de este problema que tienen que ver con el orgasmo.
El clítoris y el placer
El clítoris es, sin duda, el mayor tesoro de la anatomía humana. Estamos hablando del único órgano del ser humano cuya única finalidad es la de dar placer. Bien es cierto que existen otros órganos con un número de terminaciones nerviosas suficientes como para transmitir una gran cantidad de placer a su portador pero, en todos los casos en que esto sucede, no es su única función. Por ejemplo, los hombres tienen pene y, en torno a su glande se concentran una cantidad ingente de terminaciones nerviosas, sin embargo a nadie escapa que la función del pene no se limita a lo relativo placer. Tareas como la reproducción y la excreción de sustancias también le son asignadas a este órgano. En cambio, el clítoris sólo sirve para general placer.
El pene, un órgano excepcional
A estas alturas, no cabe ninguna duda de que el pene es un órgano absolutamente excepcional. Su capacidad para adaptarse a la situación es realmente asombrosa. Yo, desde luego, me declaro como un fan incondicional de mi pene. Además, conozco a algunas otras personas que también lo son. Pero, dejando a un lado los egos de macho en celo, he de confesar que su manipulación no es tan sencilla como pudiera parecer. Bien es cierto que el pene es un órganos agradecido como pocos. Habitualmente suele responder a cualquier muestra de cariño con entusiasmo. Pero, a pesar de ello, no está de más tener un profundo conocimiento sobre su funcionamiento par a poder utilizarlo como la situación requiere.