En una sociedad regida por la urgencia, el sexo en diez minutos cronometrados tendría razones para seducir. ¿Hay que con el atreverse Quick-Sex?
Quick Sex desafía las conveniencias
Al Quick Sex le gusta la transgresión. Atreverse al Quick Sex es quebrantar el qué dirán, jugársela contra tabúes y convencionalismos… Cuando se hace el amor con urgencia, no tenemos tiempo de seguir los códigos establecidos. Vamos a lo esencial. Nada de preliminares, nada de cálculo. Cambiemos de papel. Los sometido se tornan dominadores, los tímidos pierden la vergüenza. Este cambio cambio descolocará con frescura a nuestro compañero y decuplicará su deseo… Y el nuestro, por supuesto.
Quick Sex, anti rutina
Al aficionado al Quick Sex no le gusta lo previsible. ¿El dormitorio? Demasiado clásico. El nuevo afrodisíaco: una relación carnal improvisada en un lugar insólito pero por desgracia no muy confortable (un ascensor, un probador, un museo, en el cine). La idea es practicar las posturas más locas jamás intentadas antes. Nos arriesgamos pero tenemos cuidado para no ser sorprendidos. Un juego sexual que estimulará la libido de las parejas que están juntos desde hace tiempo.
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