Pues parece que la cantidad y calidad del sexo practicado está relacionado con el número de neuronas. al menos eso es lo que dicen las conclusiones del estudio que han llevado a cabo los investigadores del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos de América. Así se ha publicado en la prestigiosa revista científica «PLoS One». Una lectura muy rápida del estudio determina que, cuanto más sexo, más neuronas.
Estudios anteriores habían determinando que el sexo podía llegar a ser una fuente importante de bienestar, de satisfacción a nivel físico y psicológico y una fuente de realización personal importante. Pero, tras la publicación de este estudio, podemos, además, decir que el sexo incide en la producción de neuronas lo que, además, nos hace recibir más estímulos que generan un círculo vicioso ya que, cuanto más sexo, más neuronas y, por tanto, más estímulos somos capaces de procesar y, por lo tanto, más receptivos somos al sexo.
Parece que la relación entre el sexo y la producción de neuronas funciona de forma totalmente opuesta a como lo hace el estrés. El sexo, practicado de forma regular, genera un efecto de relajación y ansiolítico en el organismo que hace más frecuente el proceso de neugénesis o, lo que es lo mismo, la formación de nuevas neuronas en el cerebro, así como el número de conexiones existentes entre las diferentes células nerviosas.
Así, se da la curiosa circunstancias de que en aquellos periodos de nuestra vida en los que menos ganas de practicar sexo tenemos, como, por ejemplo, en épocas en los que atravesamos una situación de estrés, ansiedad o, incluso, de depresión, estamos haciendo que el nuevo de neuronas que fabricamos disminuya, haciendo, de esta manera, que ahondemos en el proceso que nos afecta. Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que cuando menos ganas aparentes tenemos de sexo es cuando, sin duda, más beneficiosos serían sus efectos en nuestro organismo. Empezando, por supuesto, por el nivel neuronal.
No debemos olvidarnos que cuando hablamos de sexo, éste admite toda la diversidad que podamos imaginar incluyendo, por supuesto, el arte del sexo en solitario, situación a la que debemos recurrir , sin dudarlo, cada vez que lo necesitemos. También así contribuimos a la creación de neuronas en nuestro cerebro.