Intercambio de parejas

El intercambio de parejas es una opción sexual muy utilizada por algunas parejas para aportar un plus de excitación a su vida sexual. Es cierto que cada vez se ve con mejores ojos desde un punto de vista social y, por lo tanto, comienza a ser realmente visible en la sociedad. Cuando una pareja se anima a poner en marcha un intercambio de parejas suelen surgir una serie de dudas. Vamos a hacer un pequeño recorrido por algunas de las más comunes para aportar algo de información a aquellos que quieran iniciarse en el mundo del intercambio de parejas.23

El intercambio de parejas tienen su origen en los últimos años de los 60 en Estados Unidos. Todo comenzó con un juego que se practicaba en diferentes fiestas. Cada uno de los participantes se emparejaba al azar con otro de los asistentes y, en el caso en que ambos estuvieran de acuerdo, practicaban sexo. En España apareció a mediados de los asó 70 pero es ahora cuando realmente tienen una presencia social destacable.

Lo primero que has de saber, antes de iniciarte en el mundo del intercambio de parejas, es que el hecho de visitar un local  swinger o acudir a una reunión con otras parejas no te obliga, en absoluto a mantener relaciones sexuales con nadie. En todo momento, como no podía ser de otra manera, eres dueño de tus decisiones y nadie puede forzarte a decidir hacer algo que no quieras hacer.

Puede que, hace algún tiempo, encontrar locales donde se ofreciese esta posibilidad fuese uno de los primeros problemas a los que se enfrentaba una pareja que quería introducirse en el mundo del intercambio de parejas. A estas alturas, en pleno desarrollo de Internet como la más potente herramienta de comunicación jamás inventada, resulta muy fácil  localizar los lugares donde se pude m¡poner en marcha una aventura de este tipo y, lo que es mejor aún, con un respeto absoluto a la privacidad del individuo. Al menos, con el respeto que Internet tienen por estas cosas.
Antes de introducirnos, definitivamente, en el mundo del intercambio de parejas debemos tener en cuenta que algunas conductas, como repetir con la misma persona o pareja o desconfiar de tu pareja habitual, suelen ser circunstancias que acaban deteriorando la relación de pareja por lo que resulta muy conveniente aparcarlas a un lado para que no afecten a nuestra vida cotidiana.

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