El sexo en Praga, sin duda, es una buena opción para nuestras vacaciones de verano. Continuando con nuestras recomendaciones para disfrutar del sexo en una ciudad turística del mundo durante nuestras vacaciones estivales, hoy vamos a visitar Praga. La ciudad, a orillas del río Moldava, cuenta con más de un millón de habitantes, lo que hace que sea la ciudad más populosa del país. Su casco histórico, además, es considerado Patrimonio de la humanidad. Us extraordinaria belleza la convierten en una de las ciudades más visitadas del mundo.
Sin duda, la oferta cultural de Praga es inagotable, Su tradición musical hace que, constantemente, haya una programación sólida para casi todos los gustos. La gran cantidad de museos, unidos a su calidad, hacen que constantemente hay exposiciones culturales interesantes. Su arquitectura riquísima termina por completar una gran variedad de oferta cultural. A la altura de las más ricas de Europa.
Sin embargo, la riqueza cultural de Praga no es lo único que esta ciudad nos puede ofrecer. la posibilidad de disfrutar del sexo en este contexto ya resulta de lo más atractivo. De hecho, la ciudad, además de a riqueza arquitectónica huele a sexo furtivo. El sexo está my presente en la ciudad y su presencia se puede constatar a todos los niveles. Por supuesto, para quienes visiten la ciudad emparejados, basta con que se dejen llevar por la magia de sus calles para que todo fluya con soltura.
Para aquellos que prefieren viajar en solitario, la oferta sexual que Praga les tienen reservada también resulta más que interesante. A lo largo de la ciudad, para que nos hagamos una idea, existen hasta 48 establecimientos eróticos. En la última época son los denominados salones tánicos los que se llevan la palma. La oferta de este tipo de centros va desde los masajes eróticos tradicionales hasta otro tipo de servicios especiales y más complejos que conllevan, lógicamente, un coste adicional.
Pero no sólo de clubes eróticos vive Praga. Además, existen cientos de centros privados que ofrecen servicios eróticos y sexuales. Una asociación local, la Asociación para el placer son riesgo, se encarga de prevenir problemas de salud a las personas que prestan sus servicios sexuales, y tienen cesados más de 400 centros privados de este tipo.