Para alargar la vida de una persona normal, basta con hacer cosas normales. Cosas que, además, resultan muy sencillas y baratas. Cosas como beber mucha agua. hidratarnos lo suficiente resulta algo completamente fundamental. No exponer nuestra piel excesivamente a los rayos del sol también es algo que nos ayudará a vivir más y con mayor calidad de vida. Evitar y el alcohol y el tabaco, por supuesto que también. pero si hay algo que resulta totalmente fundamental para alegar la vida es practicar sexo. Pero no cualquier tipo de sexo. Para que nuestra vida sea larga y provechosa hemos de practicar sexo, al menos, tres veces por semana.
Vivimos, queramos o no, en una sociedad que, generación tras generación, ve cómo aumenta su esperanza de vida. Resulta lógico y legítimo que todos aspiremos a vivir el mayor número de años posibles y, además, que los queramos vivir de la mejor forma posible. Para ello, resulta indispensable cuidar la alimentación, realizar ejercicios moderado con frecuencia y, por supuesto, practicar sexo regularmente. Como ya hemos citado anteriormente, al menos tres veces por semana. El sexo frecuente y de calidad, sin duda, alarga la vida.
Resulta habitual pensar que todo aquello que nos conviene debe conllevar algún tipo de esfuerzo. Existen pocos ejemplos en los que veamos que algo que nos resulta saludable también nos parece placentero. Sin duda, el sexo es una de estas excepciones. precisamente por eso debemos valorarlo como merece y aprovecharnos del placer que nos procura tanto como de las consecuencias beneficiosas que tiene para nuestro organismo. Alargar la vida con sexo está al alcance de cualquiera.
Y el sexo de calidad es posible en cualquier circunstancia y bajo cualquier pretexto. No es necesario que encontremos a la persona perfecta en el paraje perfecto y que nos sintamos espléndidos para poder disfrutar de situaciones que nos ayuden a disfrutar del sexo de calidad. un encuentro casual con una persona a la que hemos descubierto afinidades puede ser suficiente. Proporcionarnos sexo de calidad es algo que, textualmente, está en la mano de cada uno. Alargar la vida con el sexo es, simplemente, cuestión de querer hacerlo.