El cine erótico, sin duda, es una de las más inteligentes manifestaciones artísticas. Y es que conseguir, a través del cine convencional no explícito, estimular sexualmente al espectador no solo no es tarea facil sino que, además, conlleva implícito un nivel de belleza tal que resulta dificil enceontrar parangón en alguna otra actividad similar. En realidad, lo mismo sucede con la literatura erótica que, cuando es de calidad, suele alcanzar límites de belleza impresionantes. Tan potente es la relación de estos dos géneros entre ellos y, a suvez, de ambos con el espectador, que resulta bastante habitual que una buena novela erótica sea adaptada a la gran pantalla. Hoy vamos a hacer un pequeño recorrido por algunas de las mejores películas de la historia del cine erótico.
Nymphomaniac, a pesar de haberse estrenado en el año 2013, ya es todo un clásico del cine erótico. Lars von Trier nos revela un extraño mundo de excesos en el que la protagonista cuenta a un hombre detalles sobre su intensa y enfermiza vida sexual. En realidad, la película no está exenta de polémica en tono de reivindicación acerca de la libertad sexual de la mujer y se manifiesta en algunas de ls secuelas que lso fantasmas sexuales del pasado han dejado en la mujer protagonista.
Shame es otro de los clásicos modernos del cine erótico. Fue dirigida por Michael Fassbender y estrenada en el año 2011. En ella Brandon Sullivan es nuestro protagonista y es un hombre que trabaja en Neva York y su vida gira, exclusivamente en torno al sexo. Su aparente vida normal está inundada por la búsqueda inacabable de todo tipo de aventuras sexuales. En el transfondo de la película subyace la angustia que genera la adicción al sexo y la sensación de insatisfacción permanente.
Secretary, estrenada en el año 2002, cuenta la historia de una chica con problemas de adpatación social, Lee Holloway, que, al salir del psiquiátrico en el que se ve recluída por determinados problemas mentales, comienza a trabajar realizando tareas de secretariado de un importante abogado. Como parece inevitable comienza una relación con su jefe teñida con evidentes connotaciones sadomasoquistas.