Robots sexuales y ética

¿Es ético usar robots sexuales? Cada vez se escucha más hablar sobre robots sexuales. Sin embargo, hay algo que nos chirría especialmente. La frase robot sexual es un oxímoron para nosotros. El sexo es cálido, húmedo, resbaladizo y puede ser profundamente emocional. Sin embargo, la robótica nos hace pensar en  ordenadores. En trozos inanimados de metal rígido frío y confusos enredos de cables.

Parece que la evolución de los robots sexuales casi ha alcanzado su punto máximo. Desde los primeros días de muñecas hinchables de aspecto bastante horrible, progresando a muñecas sexuales muy realistas. Y ahora, finalmente, robots sexuales flexibles con programación personalizable para garantizar que cada sesión de sexo con ellos sea completamente satisfactoria para el usuario.

En realidad, son máquinas de masturbación con respuesta física. Cada respuesta creada y preprogramada por un desarrollador humano. Hay varias ventajas wn los robots sexuales.  Para empezar, ofrecen al usuario la oportunidad de experimentar la sesión de masturbación más lujosa y posiblemente interactiva, siempre que lo deseen. Mientras una persona tenga el presupuesto  puede tener relaciones sexuales en cualquier momento del día o de la noche. Tantas veces como lo desee.

Los robots sexuales podrían posiblemente ayudar en relaciones en las que existen diferencias en los impulsos sexuales. En los casos de parejas con libidos desajustadas. Tal vez estés en una relación de larga distancia, no quieras ser infiel pero tengas necesidades sexuales . Un robot sexual podría ayudarte si necesitas estar físicamente separado de tu pareja durante un largo período de tiempo.

Para las parejas que están física y emocionalmente juntas, los robots sexuales podrían ofrecer una introducción segura a una tercera persona en el dormitorio. Una suerte de prueba hacia el trío. O un movimiento hacia el poliamor. Tal vez solo exista el deseo de experimentar la emoción de tener relaciones sexuales con otra persona. Pero, quizás no se quiera considerar la posibilidad de traer a otra persona real.Los problemas potenciales con los usos anteriores para los robots sexuales incluyen el hecho de que todo debería hacerse de manera abierta y honesta. A pesar de que un robot sexual no es una persona real, todavía existe la posibilidad de que tu pareja se sienta engañada.

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