Las causas de la eyaculación precoz pueden ser muy diversas. Según la Clínica Mayo, una de las fuentes investigadoras más prolíficas en estudios relacionados con este problema, la enfermedad eyaculación precoz puede darse por diferentes factores. Los biológicos y psicológicos, como una deficiencia de serotonina en el cerebro, la edad, la depresión, la culpa o el estrés, la ansiedad por el rendimiento y la supresión de la actividad sexual en el historial médico pueden ser algunas de ellos. Aunque no son los únicos. La frecuencia de sexo y masturbación, los problemas de confianza y otro tipo de problemas generales en sus relaciones también pueden estar en entre las causas que la provocan.
Sin embargo, la eyaculación precoz se puede curar con una variedad de tratamientos, que incluyen asesoramiento sexual, retención y dosificación. Los ejercicios para el pene pueden ser adecuados. También determinados tipos de ejercicios con algunos dispositivos médicamente diseñados para tensar y estirar los ligamentos y tejidos del pene. Otros tratamientos pueden ir encaminados a las técnicas de compresión, técnicas de arranque y parada y control. Los especialistas, a veces, también recomiendan determinados medicamentos.
La ansiedad por el rendimiento puede causar eyaculación precoz. Casi cualqueir tipo de problema sexual masculinos puede acabar siendo una de las causas que provoquen la eyaculación precoz. La excitación y el entusiasmo pueden ser difíciles de controlar si la química sexual entre tú y tu nueva pareja es fuerte. También puede ocurrir si tiene mucha tensión sexual y expectativas acumuladas a lo largo de los días o semanas.
Una posible solución para una situación como esta puede ser realizar una masturbación controlada unos días antes de un evento significativo. Desde el preludio hasta el clímax, tómate el tiempo para visualizar en detalle lo que quieres que suceda cuando estés con tu pareja. Mastúrbate en un lugar oscuro, tranquilo y relajante. Apaga tu televisor, especialmente si tienes pornografía esperándote. Si te gusta la música, haz silencio y pon algo delicado de fondo. Respira lenta y profundamente. Piensa en tu respiración como un metrónomo en tu pene y el resto de tu cuerpo. Haz de este tipo de masturbación una experiencia meditativa.