Que el anilingus es una forma de placer que sublima el sexo es algo que sabe cualquier que lo ha probado. Como en otras tantas facetas de la vida, los prejuicios suelen aparecer cuando tocamos este tema. Sin embargo, cada vez son más personas las que se acercan a este mundo, incluyendo al anilingus entre sus repertorio de prácticas sexuales. Sin duda, quien lo prueba, no duda en repetir.
Darle a tu pareja un trabajo anal no es diferente de darle sexo oral regular. Desde una perspectiva de higiene, comienza pidiéndole que limpie toda el área de la planta baja. Aparte de eso, simplemente haz que se recueste y disfrute del viaje. Hay un montón de posiciones geniales para probar un anal oral, solo es importante tener en cuenta que el ano está mucho más abajo o más atrás que el pene o la vagina anatómicamente hablando. Con esto en mente, es posible que algunas de tus posiciones habituales para el sexo oral no funcionen o que deban adaptarse un poco.
Nuestras principales posiciones analingus son las siguientes:
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- Perrito: la posición perfecta para el analingus, simplemente haz que tu pareja se ponga de rodillas y tú puedes sentarte cómodamente detrás de ellos.
- Misionero: esta posición requerirá una pequeña adaptación para analingus. De misionero, simplemente pídale a su pareja que levante las piernas hacia el pecho con las rodillas dobladas.
- Con silla: esta es fácil, haz que tu pareja se siente en una silla con el trasero justo en el borde. Como arriba, haz que levanten las piernas hacia el pecho para que puedas acceder a su ano.
- Propenso: esta es una excelente posición para principiantes. Pídele a tu pareja que se acueste boca abajo y que separe un poco las piernas.
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Lo bueno de introducir el beso negro en la ecuación es que puede ser un gran precursor del sexo anal. No solo permitirá que tu pareja se sienta más cómoda con el juego anal, sino que incluso puede despertar su interés en la penetración anal una vez que se dé cuenta de lo bien que se puede sentir un poco de acción anal con la lengua.