¿Has oído hablar del clítoris masculino? Aunque suene a cuento chino, los hombres también tienen clítoris. Saber estimularlo es igual de importante que saber dar placer a una mujer a través de esta delicada zona. Y, por supuesto, no es tarea fácil. El clítoris masculino es tan sensible y delicado como el femenino.
El clítoris masculino se encuentra a cierta profundidad dentro del glande. Está, justo, bajo el pliego que algunos hombres tienen en la cara inferior del pene. El camino, para llegar es un poco más difícil que en las mujeres. En cualqueir caso, vale la pena dedicar un poco de tiempo a la exploración de los cuerpos.
El primer paso para alcanzar el clítoris masculino es extender lubricante en el pene de tu pareja. Se pueden utilizar cremas adecuadas o aceite de masaje. Una vez lubricado, podemos comenzar a acariciar para empezar la estimulación del pene.
El siguiente paso es poner el pene sobre su tripa. De esta manera, la parte inferior quede expuesta y es más fácil acceder. Después, presiona con la punta del dedo un pequeño paquete que une la cara inferior del pene con el glande. Haz masajes en esta zona hasta que encuentres el punto más agradable para él. Habrás enceontradl el clítoris masculino.
Después, procede a dar unos golpecitos en esta zona. Puedes utilizar la punta de los dedos. Siempre debes hacerlo con un exremo cuidado. A continuación, coge el glande con los dedos pulgar e índice. Después, hazlo girar sobre su eje. El dedo índice debe mantenerse sobre el clítoris.
Una vez realizado el paso anterior, debes situar el borde del glande entre los dos índices. Para ello necesitarás ambas manos. Roza el pene de un lado a otro. Como si se tratara de una masturbación común. En esta posición, vuelve a poner el pene sobre su barriga.
Frota su clítoris. Siempre puedes ayudarte de un vibrador. Tras este paso se precipita la eyaculación. Y ya está. Habréis descubierto una nueva práctica sexual.
De esta manera puedes conseguir una eyaculación previa al coito. También podéis utilizar esta técnica simplemente para jugar. Un intercambio de masajes estimulante en diversas zonas erógenas al mismo tiempo, siempre es una buena idea.