Se ha hablado y escrito mucho acerca del entrenamiento deportivo y las relaciones sexuales. De su realación, si la hubiere. Hay material para todos los gustos. Se han comprobado múltiples beneficios de la actividad física para la salud integral de la persona. De ellos derivan diversos efectos positivos para la sexualidad. Por supuesto, existen diferencias entre las circunstancias de cada cual. No estamos en la misma situación si hablamos de un atleta de élite o de una persona que realiza entrenamiento deportivo moderado.
El debate en torno al efecto de las relaciones sexuales en el rendimiento deportivo sigue hoy en día abierto. Existen opiniones e investigaciones diferentes. Unos afirman que resultan altamente beneficiosas. Otros estudios, en cambio, demuestran lo contrario. Estos últimos piensan que podría tratarse de una especie de profecía autocumplida.
Como animales que somos, el movimiento es una cuestión evolutiva. Sin ninguna duda. Como saemos, está en nuestra naturaleza estar en movimiento. Tener una vida activa. Sin embargo, el estilo de vida que en el último siglo se ha insertado en nuestras vidas, nos hace llevar una vida sedentaria. Eso es algo que todos conocemos. Como no podía ser de otra manera, esto ha repercutido en nuestra salud integral. El deporte influye en el desarrollo del ser humano de manera positiva. Se han corroborado beneficios a nivel de capacidad cognitiva, satisfacción personal, vitalidad, mejor salud integral y mejora en las relaciones interpersonales.
La práctica frecuente de actividad física aporta grandes beneficios, muchos de ellos relacionados con la salud sexual:
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- Incremento de producción de óxido nítrico, una sustancia que interviene en la vasodilatación, y tiene especial importancia en la respuesta fisiológica sexual humana.
- Reduce paulatinamente la fatiga física y mental.
- Mejora la calidad del descanso.
- Favorece la expulsión de tóxicos, de manera que mejora progresivamente la respuesta muscular y nerviosa.
- Con la práctica deportiva se liberan endorfinas, que son factores que reducen el disestrés, de manera que estimulan las sensaciones de placer.
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De manera sintética podemos decir que la actividad física tiene un efecto positivo directo sobre nuestro estado general de salud. Si bien, el deporte de élite conlleva connotaciones que puede hacerlo especialmente agresivo para nuestra propia salud.