La falta de deseo sexual puede arruinar una relación. ¿No tienes deseo sexual o este no es suficiente? No estás solo y hay muchas maneras de convertir tu deseo inexistente en una pasión en toda regla. Lo mejor, sin duda, es acudir de un terapeuta y entrenador sexual con la suficiente experiencia. Si te pones en las manos adecuadas, la falta de deseo sexual puede combatirse. Sin ningún género de dudas, es algo realmente es posible.
A pesar de lo que la cultura pop nos hace creer sobre el sexo en las relaciones a largo plazo, el sexo no siempre es fácil si estamos en la relación correcta. Y definitivamente no siempre es un hecho si llevamos años en nuestra asociación. La falta de deseo sexual, sin duda, es una de las principales amenazas.
El bajo deseo es común, de hecho, aproximadamente 1 de cada 3 mujeres experimentan un deseo sexual bajo. Sucede lo mismo con entre el 13 y el 28% de los hombres. Y aunque no tenemos estadísticas específicas sobre aquellos que se identifican como no binarios o en algún otro lugar del espectro de género, probablemente sea igualmente frecuente.
Baste decir que no tener deseo sexual o un deseo más bajo de lo habitual no significa que esté roto o que algo esté mal. Puedes sentirte de esa manera. Pero nuestros sentimientos no siempre son correctos. Lo que generalmente significa es que hay cosas en las que trabajar para recuperar tu deseo. Esta es la buena noticia.
Porque el deseo sexual no es en realidad algo que tengas o no tengas. Es una emoción, y es una que puede afectar tanto positiva como negativamente. Aunque probablemente no de la manera que piensas. Es posible aumentar el deseo. Siempre que quieras hacerlo, claro.
Es posible recuperar esa pasión, y generalmente implica muchas otras cosas además de tomar algunas pastillas o probar remedios naturales. Se trata de trabajar contigo mismo en un nivel más profundo y abordar por qué tu deseo se ha ido en primer lugar. Esto es clave, porque tu sexualidad es parte fundamental de lo que eres. Está arraigado en todo tu ser, lo que significa que no puedes separar tu impulso sexual de todo lo demás.