Tener una relación de pareja sana es una de las mejores cosas que se puede tener. El respeto hacia la otra persona es la mejor manera de manifestar el amor. Tener una relación sana es un trabajo duro. Requiere tiempo, esfuerzo y compromiso por parte de ambos. Sin embargo, si te comprometes a ello, al final merecerá la pena, porque tener una pareja cariñosa hace que la vida sea más satisfactoria y agradable.
Haz que tu pareja se sienta especial y querida. Haz algo por él que sepas que apreciará, como preparar su comida favorita o comprarle flores sin ningún motivo. Dedíquese a mostrar su aprecio por ellos con frecuencia.
Cuando tu pareja siente que no se le escucha o que no se satisfacen sus necesidades, puede ser muy difícil que se sienta apoyada en la relación. También puede hacer que sienta que tiene que tomar el asunto en sus manos y actuar por su cuenta.
Una relación sana es aquella que consiste en dos personas que son mejores amigos. Puedes pasarlo muy bien con alguien, pero no va a durar si no sois sinceros o leales el uno con el otro. Es importante que los dos miembros de la relación entiendan este concepto porque van a pasar mucho tiempo juntos. Necesitan resolver sus diferencias antes de empezar a tener hijos o casarse.
El primer paso para poder consolidar la amistad es simplemente ser sinceros el uno con el otro sobre lo que nos hace vibrar: ¿por qué nos gustan ciertas cosas? ¿Qué nos molesta? ¿Hay algún problema en nuestro pasado que pueda afectar positiva o negativamente a nuestra vida actual?
Si tienes una relación sana, quieres poder comunicarte abiertamente con tu pareja. Puede que tengáis ideas diferentes sobre lo que constituye una relación sana y cómo debería funcionar, pero eso no significa que los dos no podáis trabajar juntos para encontrar soluciones que funcionen para ambos.
De hecho, si hay problemas en tu relación de pareja -y la mayoría de las relaciones tienen algunos problemas en algún momento- lo mejor es no centrarse en si ganar o perder una discusión hará que las cosas mejoren entre los dos. En lugar de eso, intenta pensar en qué tipo de solución podría ayudar a resolver el problema que haya surgido lo antes posible. Para que cada uno se sienta más cómodo hablando de sus sentimientos en lugar de guardárselos para siempre.